Desde 2016, el Obispado de Carabayllo está difundiendo la Causa de los Santos para la canonización del Siervo de Dios, Andrea Aziani Samek-Lodovici (1953-2008). Andrés, su nombre al español, fue miembro de la Asociación Laical Memores Domini del movimiento de Comunión y Liberación en el Perú, donde sirvió a sus semejantes con amor, alegría y dedicación excepcionales.
Andrés Aziani dio pleno testimonio de su fe y vocación con su vida entera, dejando huella en cada lugar donde tuvo presencia y en cada persona que tuvo la dicha de conocerle.
Fue un hombre de virtudes extraordinarias y apasionado en la docencia, un profesional de primer orden en todos los campos: humano, intelectual y espiritual. Conociendo la crisis educativa de su tiempo, Andrés Aziani asumió el riesgo de educar.
Enseñaba con todos sus gestos, con su ejemplaridad, con una pasión fuerte por Cristo que lo llevaba a enfrentar la realidad y dar su total entrega.
A Andrés lo conocían todos, desde el Presidente del Perú hasta el vendedor ambulante de emoliente, que asistió a su funeral para darle el último saludo en la Iglesia y repetía llorando: “lo quiero tanto”.
Podía discutir en la Universidad con los Ministros o con los mayores intelectuales del país y de inmediato estar en lugares de mucha necesidad ayudando a la gente, entre ellos, niños que vivían en la miseria, jugando con ellos en las calles o enseñándoles cantos u oraciones.
Cuántos jóvenes y niños a través suyo encontraron la fe y el valor de vivir los sacramentos. Su trabajo, su vida y su ejemplo tenían el propósito de que muchos “se enamoraran” de Jesús. Repetía siempre: “No debemos perder a nadie de los que el Señor nos ha confiado”. Y así lo hacía.
Causa para promover su beatificación
Monseñor Lino Panizza invita a los fieles de la Diócesis de Carabayllo a:
- Facilitar las informaciones que posean sobre la causa.
- Presentar informaciones que surjan sobre algún obstáculo de cierta importancia
contra la causa - Todas las declaraciones las pueden presentar en el obispado de Carabayllo
- El culto al Siervo de Dios podrá ser solo privado, es decir, con invitación a orar de manera privada y pidiendo su intercesión, así como poder difundir de manera espontánea la fama de santidad y de signos.
- Poder libremente y “sin excesos” visitar su tumba.
Contacto por vía electrónica al correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.